Semana más corta de lo normal pero no por ello menos intensa. Con las pilas cargadas después de los reencuentros con familiares y amigos en las fiestas del Pilar, tres sesiones en Madrid. Lo pasé especialmente bien con los chicos del Master de Dirección y Gestión Hotelera que imparte la Universidad Europea de Madrid. Además, un genial desayuno con Isabel Llorens, una de las fundadoras de Rusticae y una cena con Marina y Rocío, las protagonistas de “Del Ataúd a la Cometa“, porque existen de verdad y están en la foto que encabeza el post.
La próxima semana se pone a la venta el nuevo disco de Ella Baila Sola. Vuelve Marta, sin Marilia, pero con Rocío. No se si conseguirán superar aquel Por Tí, pero de momento su primer tema, Sentir, suena parecido. La revista Neuroscience Letters publica un artículo que indica que la música proporciona felicidad. Escuchar música no sólo mejora el ánimo sino que a uno le hace creer que los demás también están felices.
El estudio, llevado a cabo por psicólogos de la University of London, con el Dr Joydeep Bhattacharya a la cabeza, se basa en un experimento realizado con estudiantes a los que fotografiaron mientras escuchaban casi un centenar de fragmentos diferentes de música pop, clásica y jazz. Analizando sus ondas cerebrales se demostró que mejoraban de manera casi instantánea su estado de ánimo.
Después de las audiciones se solicitó a un grupo de personas que calificaran el estado de ánimo de aquellos rostros fotografiados y todos consideraron a los estudiantes como personas felices. Quizá lo más sorprendente, es que también los estudiantes mejoraron la percepción de felicidad de otros rostros mostrados al azar.
Ya dice la Biblia en el Primer Libro de Samuel (16,16-23) que a Saúl le aconsejaron: “ordene usted a estos servidores suyos que busquen a alguien que sepa tocar el arpa, para que, cuando le ataque a usted el espíritu maligno, él toque el arpa y usted se sienta mejor”.
También lo dice Rocío, no la de Ella Baila Sola, sino la de “Del Ataúd a la Cometa”: “Silba la gente feliz“. Eso es así, y así será hasta que los sapos bailen flamenco.
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2 comments
Carlos, la próxima vez te invito de verdad a desayunar. He estado viendo tus videos. Me encanta lo del el silogismo de la negatividad extrema el ataúd. Enhorabuena.
Gracias Isabel. Lo de menos era el desayuno, y lo de más el rato de conversación. Me alegro que te guste mi trabajo.
Seguimos en contacto. Un abrazo fortísimo
CARLOS