En el diálogo tras una divertida sesión en Barcelona la semana pasada, uno de los asistentes se planteaba la necesidad de planificar una serie de cambios en su vida de cara al año nuevo que llegará en apenas 15 días. Dudaba que fuera posible mantenerse motivado durante 365 días para alcanzar los objetivos que iba a proponerse.
Compartí con él, y ahora contigo, una fórmula de la motivación que hace años aprendí:
Motivación = deseo + valor del objetivo + facilitadores de la tarea
Es decir que la motivación depende en primer lugar del nivel de deseo que tengas por alcanzar algo: no es lo mismo desear aprender inglés porque en tu empresa te han ofrecido un profesor particular; que desear aprender inglés porque tienes una novia australiana y quieres irte a vivir a Sidney cuanto antes. Ese ‘mayor’ deseo hará aumentar tu motivación.
La motivación depende, en segundo lugar, del valor del objetivo: no es lo mismo adelgazar cinco kilos para estar más atractivo, que adelgazar cinco kilos para evitar una operación quirúrgica o recuperarse de un problema cardiaco. Cuanto más grande sea el valor del objetivo, mayor será tu capacidad para mantenerte motivado.
Y en tercer lugar, los facilitadores de la tarea vienen a completar la ecuación de la motivación. Si la tarea es fácil, si te sientes capaz de alcanzarla y si además alguien te ha explicado algunas estrategias para conseguirla, la motivación se incrementará mucho.
Te invito a que estos días analices tus objetivos -personales, profesionales…- bajo estas tres variables. Elige algunos que te vayan a mantener la motivación bien alta durante mucho tiempo, y otros que no tanto. No te olvides que con la ilusión de conseguir los primeros, podrás alcanzar también los segundos.
Suma bien, y consigue que en 2022 todos tus objetivos se cumplan.