La lluvia incesante del pasado fin de semana nos impidió salir demasiado de casa. Así que aproveché para poner orden en el despacho en el que trabajo. Revisé una caja donde guardaba viejas cosas (lanyards de congresos y convenciones, bolígrafos de hoteles, blocks de notas…) y en ella encontré una curiosa señal con la palabra “TIEMPO”.
Hace unos años participé en una convención médica en la que los organizadores estaban muy preocupados por el estricto cumplimiento del horario, y con carteles como aquellos iban avisando a los ponentes que quedaban cinco minutos o que el tiempo estaba cumplido. Me hizo gracia la señal y les pedí si me la podía llevar. Una vez en casa acabó en el fondo de aquella caja, pero ahora la he puesto en un sitio visible del corcho del despacho.
En los días que vivimos no es malo recordar que estamos aquí por un tiempo limitado. Todos somos mortales y ninguno de nosotros debería posponer el acto de vivir. Nuestros cuerpos tienen fecha de caducidad y por tanto el tiempo se convierte en la materia más preciosa. No esperes a que esté agotada para llamar a casa y decir “te quiero”; para pedir perdón a tu equipo por haber perdido los nervios en la última reunión; para dar la cara ante aquel cliente cabreado; para comer con aquel amigo que lo está necesitando… Son muchas las cosas buenas que tenemos intención de hacer algún día, cuando se den las circunstancias que pensamos que serán más favorables, pero el único momento que poseemos es el presente.
De modo que haz lo que haga falta para que la ponencia de tu vida se acomode al tiempo que te dieron para hablar. Que no te tengan que sacar la señal.
1 comment
Es cierto, hay que “aprovechar el tiempo”. La cuestión es… ¿Qué significa eso? No hay, para muchas personas, una respuesta fácil. Para muuchaaas personas significa entregarse a una frenética, y suicida, actividad continua mientras están sordos, ciegos y mudos ante las más importantes, y gozosas, “presencias”: Dios, familia, amigos… ¡Cuántos sacrificios humanos inmolados a los dioses productividad, rentabilidad, vanidad… !