El que más y el que menos está a punto de apagar el ordenador para disfrutar de unos días de vacaciones. Es posible que la vorágine de cerrar los últimos asuntos todavía no te haya permitido proponerte algunos propósitos de mejora para estos días. Pero no dejes que el tiempo pase sin proponerte algo. Quizá luego no todos se hagan realidad, pero lo habrás intentado y querer ser mejor ya es un primer paso, no suficiente, pero necesario.
Cuentan que los persas enseñaban a sus hijos solamente tres cosas para con ellas garantizar el éxito de su vida: montar a caballo, tensar el arco y decir la verdad. Quizá puedan ser tres habilidades a desarrollar estos días de descanso:
- Montar a caballo: Significaba desarrollar las destrezas para salir adelante, las técnicas o los estudios necesarios para valerse por sí mismo y poder servir luego a los demás. No dejes de leer o estudiar cada día un poquito – treinta minutos- sobre tu trabajo (un informe, un libro, un artículo…); algo que te mantenga al día y te haga mejor jinete.
- Tensar el arco: Significaba prepararse para la lucha. Forjar el carácter, adquirir las virtudes básicas (fortaleza, templanza…), dominar el miedo y otras pasiones, soportar el sufrimiento y batirse el cobre por lo que es justo. Proponte cada mañana, antes de salir de la cama, hacer algo bueno por alguien que tengas cerca (tu pareja, tus hijos, un vecino, un compañero de piscina o de deporte…), algo sencillo (prepararle un postre sorpresa, animarle cuando haya perdido un tanto, acercarle un refresco a la tumbona…); Elige un día a la semana para regalar una sonrisa a todo aquel con el que te cruces (el que te vende el pan, el camarero que te sirve una caña en un chiringuito, el taxista que te acerca a la estación…); Elige otro día de la semana para no quejarte por nada (ni por una mala contestación de uno de tus hijos, ni por el calor, ni por la cantidad de gente que hay en la piscina, ni por la fecha de pagar impuestos…).
- Decir la verdad: Adquirir sabiduría (no profesional) para distinguir entre el bien y el mal y obrar en consecuencia. Ser coherentes, no engañar a los demás y sobre todo, no engañarse a sí mismos. Busca buenos libros o buenas películas que te inspiren, que te hagan reflexionar sobre la bondad y la maldad de este mundo que nos rodea, que te dejen huella, que al pasar la última página o leer la última línea de créditos sientas que eres mejor persona. Aquí puedes encontrar un puñado de libros y aquí otro puñado de películas.
Como los hijos de los persas, si practicas estas tres disciplinas durante estos días de descanso, seguro que nos volvemos a leer aquí el 1 de septiembre habiendo hecho más feliz a alguien que haya pasado a nuestro lado.
¡Disfruta del verano!
2 comments
Genial Carlos, acertadisimas palabras y en tan pocas lineas grandes consejos. Con qué poco podemos hacer tanto por los que nos rodean y por nosotros mismos…
Muchas gracias una vez más! Disfruta de las merecidas vacaciones!
Abrazo enorme!!
Sé que eres muy fan, Carmen…
Disfruta del día!
A ver si volvemos a encontrarnos pronto otro día, aunque no sea “por casualidad”.