Dos sesiones en Valencia, otra en Madrid y otra en Pamplona me han llenado la agenda esta semana. En la sesión de Pamplona, para un equipo técnico de unas 50 personas lo pasamos en grande. Los asistentes se llevaron de regalo dos libros, el mío “Del Ataúd a la Cometa” y “Atrapados en el hielo” de Caroline Alexander que cuenta la historia de Shackleton de la que acabamos de celebrar su primer centenario.
En agosto de 1914, el famoso explorador Ernest Shackleton y una tripulación de veintisiete hombres partieron hacia el Atlántico sur para llevar a cabo el primer viaje a pie por la Antártida. A 160 km de su destino, su barco, el Endurance, quedó atrapado en el hielo. Durante veinte meses la expedición estuvo completamente perdida hasta que el propio Shackleton consiguió rescatarles.
Cuenta la historia que una de las grandes preocupaciones de Shackleton era mantener la motivación de sus hombres. Preocupación común a todos los directivos del mundo. Allí en medio de la nada helada organizaba fiestas, partidos de fútbol, obras teatrales, concursos de música… Incluso todos se raparon el pelo en una fecha determinada.
Shackleton parecía tener una fuerza emocional encomiable. Algo en su interior le hacía no rendirse y seguir adelante sin desfallecer para mantener con vida a sus hombres y devolverlos sanos y salvos a sus casas.
Uno de los pasajes que más impresiona de la historia ocurre en su última caminata cruzando la cordillera helada de la isla de San Pedro donde había llegado en busca de una estación ballenera que le permitiera lanzar una señal de socorro. Cuenta Shackleton que sólo fueron dos en aquella expedición, pero que durante muchos tramos del camino tenía la sensación de que un tercero caminaba con ellos. No me cabe duda que en la mochila de ese tercero iban un montón de proyectos, ilusiones, motivos y misiones por los que seguir luchando y sobrevivir.
En el libro incluyen este poema de T.S. Eliot:
¡Animo! No estás solo. Siempre hay alguien caminando a tu lado llevando en su mochila todos tus anhelos, sueños, aspiraciones. Búscalo en los momentos duros y lo encontrarás.
2 comments
Grandísimo Carlos! Hoy te he escuchado en Madrid, creo que lo que nos explicas lo intentamos hacer, lo hacemos, pero muchas veces no nos damos cuenta de ello, y por eso no lo disfrutamos.
Tenemos que ser conscientes dentro de la irracionalidad de nuestras decisiones (dijiste que un alto porcentaje de nuestras decisiones conscientes son inconscientes).
Ser feliz y no preocuparnos, sino ocuparnos de lo que podemos cambiar.
Muchas gracias!
Un saludo!
Gracias Nacho. El placer ha sido mío. Tenéis una misión importantísima que llevar a cabo formando el futuro de nuestra sociedad, así que adelante… En vuestras manos está. A ocuparse!!